La gestión y mantenimiento de activos es un proceso complejo que requiere la planificación y la asignación de recursos. Un plan y un presupuesto sólidos son esenciales para garantizar que la gestión y mantenimiento de activos sea eficaz y eficiente.

El plan para la gestión y mantenimiento de activos debe definir los objetivos y las estrategias de la empresa en esta área. El plan debe considerar los siguientes factores:

  • Los activos de la empresa: El plan debe identificar los activos de la empresa que necesitan ser gestionados y mantenidos.
  • Los riesgos asociados a los activos: El plan debe identificar los riesgos asociados a los activos, como los riesgos de seguridad, de producción y de costes.
  • Los objetivos de la gestión y mantenimiento de activos: El plan debe definir los objetivos de la gestión y mantenimiento de activos, como el aumento de la disponibilidad de los activos, la reducción de los costes de mantenimiento y la mejora de la seguridad. 
  • El presupuesto para la gestión y mantenimiento de activos debe asignar los recursos necesarios para alcanzar los objetivos del plan. El presupuesto debe considerar los siguientes factores:
    • Los costes de mantenimiento: El presupuesto debe incluir los costes de mano de obra, de materiales y de equipos necesarios para realizar los trabajos de mantenimiento.
    • Los costes de inversión: El presupuesto debe incluir los costes de inversión en nuevos activos y en mejoras de los activos existentes.

    El plan y el presupuesto para la gestión y mantenimiento de activos deben ser revisados y actualizados periódicamente para garantizar que siguen siendo relevantes y eficaces.

    Los siguientes son algunos consejos para desarrollar un plan y un presupuesto sólidos para la gestión y mantenimiento de activos:

    • Involucrar a las partes interesadas: El plan y el presupuesto deben ser desarrollados con la participación de las partes interesadas relevantes, como los responsables de la gestión y mantenimiento de activos, los gerentes de producción y los empleados de mantenimiento.
    • Basarse en datos: El plan y el presupuesto deben basarse en datos históricos y en información sobre los riesgos asociados a los activos.
    • Ser flexible: El plan y el presupuesto deben ser flexibles para poder adaptarse a los cambios en las condiciones del negocio.

    La implementación de un plan y un presupuesto sólidos para la gestión y mantenimiento de activos puede ayudar a las empresas a lograr los siguientes beneficios:

    • Aumento de la disponibilidad de los activos: Un plan y un presupuesto sólidos pueden ayudar a las empresas a garantizar que sus activos estén disponibles para su uso cuando se necesitan.
    • Reducción de los costes de mantenimiento: Un plan y un presupuesto sólidos pueden ayudar a las empresas a reducir los costes de mantenimiento mediante la planificación y la programación adecuadas de los trabajos de mantenimiento.
    • Mejora de la seguridad: Un plan y un presupuesto sólidos pueden ayudar a las empresas a mejorar la seguridad de los empleados y los clientes mediante la realización de los trabajos de mantenimiento necesarios para mantener los activos en buen estado.
    • Mejora de la eficiencia: Un plan y un presupuesto sólidos pueden ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia de las operaciones mediante la reducción de los tiempos de inactividad y la mejora de la disponibilidad de los activos.
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